Los problemas de audición solo los deben tratar profesionales de la salud especializados en audiología. No existen remedios milagrosos ni soluciones mágicas.
Si vas a la piscina y no llevas tapones de baño para tus oídos ya sabes a lo que te estás arriesgando: otitis e infecciones de oídos.
Las personas que emplean audífonos vuelven a oír en buenas condiciones pero, aún así, deben tener cuidado y prestar atención a las diferentes situaciones que van a vivir. Las personas que oyen bien también tienen dificultades de escucha en determinados ambientes por lo que tampoco nos debemos preocupar en exceso.